martes, 9 de junio de 2015

Cuando la vida no vale nada

Efectivamente, la vida parece no valer nada cuando estás en China y quieres cruzar una calle, o cuando vas en transporte. ¡Éso sí que es correr riesgo y sentir adrenalina! Aquí la circulación y el tráfico parecen no tener reglas, simplemente la del más fuerte o la del que pite más. Pues sí, porque como no se respetan los carriles, únicamente haces entender a los demás conductores que estás ahí tocando el claxon. Así que se pita si quieres adelantar (por la derecha o por la izquierda), si quieres incorporarte a un carril (por la derecha o por la izquierda), salir de él o para que no se te echen encima en ninguno de los casos anteriores (para lo que se pita más tiempo). También se pita para decir a los demás conductores que aceleren el paso porque tú quieres ir más deprisa. El carril izquierdo no es para los que van más deprisa, cada uno va por el carril que quiere y a la velocidad que quiere (y a veces, hasta en el sentido que quiere, pues más de uno va en sentido contrario; sin embargo y para mi asombro, a estos pobre infelices ni se les pita ni se les abuchea). En cuanto a los peatones, me da mucho apuro ver a la gente mayor cruzar una calle ya que los pasos de cebra, por supuesto, no se respetan. De hecho, los coches siempre tienen preferencia y te pitarán como peatón si se te ocurre cruzar sin previo aviso. Aunque un semáforo esté en verde para los peatones hay que andar con mil ojos ya que está en rojo para algunos coches, pero quizás no para otros. Muchos conductores se los saltan y los giros a la derecha están siempre permitidos para los coches. Así que te ves, mirando a los dos lados, viendo si los coches que tienen que estar parados se paran, los que pueden pasar, ver si vienen despacio o hay alguna ausencia de vehículos para seguir adelante, siempre que no venga ninguna moto, bici o camionetilla, pues éstos ya forman un capítulo aparte de vida despreocupada. No sé cómo, se termina de cruzar, si no te has quedado en medio de la calle, notando los retrovisores de los coches en el trasero, acercándose peligrosamente por todas partes, aunque todos bien identificados con la melodía de pitidos que les presentan y acompañan. Lo que digo, no sé si es que al ser tantos chinos, la vida vale menos, jaja. Lo que sé es que no llevo ni dos meses viviendo en este país y ya he visto varios accidentes, tanto de coches con coches como con algún peatón. Es algo inevitable viendo cómo van aquí las cosas, pero la gente no pita por éso...

viernes, 1 de mayo de 2015

Nuevos hábitos

Vivir en China conlleva cambiar de costumbres en todos los sentidos.
¿Por ejemplo?

Desayuno: Olvídate del café y el bollo por las mañanas. En mi trabajo hay café, lo probé el primer día y entiendo por qué nadie lo toma. ¡Puaj! Así que me he adaptado al desayuno chino: salado. Una sopa de no sé qué, con unas verduritas por aquí, arroz blanco por allá y algo picante. Suelen cambiar la combinación de elementos pero básicamente, es parecido siempre. Por supuesto, fuera los cubiertos. Sólo hay palillos y cucharas.

No se usan tampoco platos. Tienen unas bandejas del tipo de las que salen en las cárceles de las películas, con diferentes compartimentos y los boles para la sopa, que son aparte. De ahí, radica el ideal de limpieza que yo traía, como europea, y de cómo hay que hacer menos remilgos con las cosas... cuando vez que para lavarlas simplemente las han dado un poco de agua para quitarles lo que tenían y... ¡siguiente! OMG! (="Oh my God!" en inglés, que quiere decir "¡Oh, Dios mío!"). Además, la gente hace mucho ruido comiendo, hablan con la boca llena, no la cierran mientras mastican y comen muy pegados a la bandeja para que no se les caiga la comida de los palillos o vete tú a saber por qué; además, comen muy rápido y nunca hacen sobremesa, tan pronto terminan, les quema el culo, se levantan y se van. No dan nunca bebida para las comidas; para éso es la sopa, puesto que beber mientras se come "no es bueno para la salud". Y éso lo habré oído un millón de veces desde que estoy aquí: "no es bueno para la salud" comer después de las 19:00, "no es bueno para la salud" tomar el agua fría, siempre mejor caliente o del tiempo como mucho,...

Disfrutar de un sueño placentero se hace difícil cuando tu cama es como una tabla sin el "como" y tu colchón es más fino que el edredón que usaba para entretiempo. Intenté comprarme un colchón como "laowai" (extranjera) que soy, pero venden sólo ese tipo de edredones. Tan sólo encontré en una tienda colchones con más de 4cm de grosor y tampoco me convencieron, pues estaban hechos como de hojas de palma entrelazadas. La sensación era como de dormir sobre muchas láminas del papel de burbujas de las que a todo el mundo le gusta explotar. Cuando te tumbas es duro y del uso, yo creo que se va adaptando a tu forma y tu culo termina anclado en la misma postura. He terminado por comprarme un cojín tan fino como mi almohada para ponérmelo en las caderas (no es coña) y así, al menos, amortiguar el golpe cuando me doy media vuelta. No sé cómo, me estoy acostumbrando y ya duermo del tirón toda la noche. Debe de ser que, al final, ésto "es bueno para la salud"...

Lo que no sé cómo irá para la salud es el aire que aquí se respira y que lo noto cada vez que me sueno por las mañanas, en los que veo mis mocos más oscuros de lo normal. Cuando voy al centro de la ciudad puedo casi masticar la contaminación algunos días y veo a la gente con mascarillas y pienso: " me tengo que comprar una de ésas ya".

¡Primera semana!

Llevo ya una semana en China, ¡por fin! Me costó llegar, pero lo conseguí. Esto es un mundo paralelo del que desconocía su existencia y la idea que me habían vendido de China es una bien diferente... Por éso, creo que va a ser suficiente motivación, la de plasmar lo que se ve realmente aquí cuando se vive, el escribir aquí como una especie de diario. Intentaré que sea con la suficiente asiduidad para no perderme nada por el camino; porque realmente aquí cada día se hace como una semana en mi país. Se viven constantemente muchos retos, desafíos con el idioma, surgen anécdotas y no para de abrírseme la boca con lo que veo. No quiero con este blog que nadie se sienta ofendido, todo se hace desde el más profundo respeto; de ocurrir, por favor pido disculpas de antemano y solicito que me lo hagan saber sin demora.

Y, ahora... ¿por dónde empiezo? Me viene a la mente una vez que leí que a Victoria Beckham le parecía que España le olía a ajo. En su momento, fue un comentario que me sorprendió. Y no fue por el olor a ajo en sí, si no por el hecho de pensar que se podía decir que un país huele a "algo". No se me había ocurrido nunca, la verdad. Ahora, entiendo perfectamente esa expresión en China, puesto que aquí puedo decir que huele mucho a picante y a alcantarilla. Lo sé, sí, lo he dicho; aquí muchas veces huele fatal en la calle, en los baños,... Pero a la gente no le afecta, hacen su vida normal, igual que a mí no me parece que España huela a ajo. ^_^

Cosa curiosa: aquí odian el número cuatro. Se pronuncia igual que "muerte" y debe de ser que no quieren tentarla, jaja. En muchos edificios, hoteles no hay planta cuarta, sino que se pasa de la tercera a la quinta; igual que tampoco hay habitaciones con el número 4.

Algo que había leído pero que no concibes cómo es hasta verlo en persona es el tráfico. Ser peatón en Yantai es un peligro. Cruzar una calle es un "sálvese quién pueda". Yo no sé para qué ponen semáforos, ni pasos de cebra, ni rayas en el suelo si aquí todo el mundo hace lo que le viene en gana. Eso sí, con la mano pegada al claxon en todo momento. Yo ya me lo tomo a guasa. Pitan por pitar, pitan porque se para el autobús delante de ellos y se meten entre la gente que está bajando para adelantar, pitan a los peatones que cruzan la calle cuando y por donde deben, pero no pitan al de la moto que va en dirección contraria (¡dirección contraria!) o al que da media vuelta en una carretera de doble sentido, dos carriles o tres para cada sentido y doble ralla continua en el centro (si el conductor quiere dar ahí la vuelta, pues la da y la gente le esquiva como puede, viéndolo normal). Son momentos en los que me percato de que estoy atónita viendo la situación con la boca abierta y me sorprendo de lo poco que sabía de estas costumbres.


domingo, 21 de septiembre de 2014

Si voy a China, ¿por dónde empiezo?

Si voy a China, ¿por dónde empiezo? Es algo que nos preguntaremos más de una vez.


Al principio, todo parece un mundo, haciendo que se convierta esta idea en algo inaccesible e imposible. La clave: organización.

La primera pregunta y la más importante que hacerse es: ¿cómo voy a vivir en China? ¿De qué voy a vivir? ¿Cómo pago mi estancia allí?

Hoy en día, gracias a internet podemos disfrutar de una gran ventaja que antes era inimaginable (no quiero pensar cómo se las verían entonces). En mi caso, con lo único con lo que comenzaba era con una idea: quiero ir a China a vivir. De esta afirmación empiezan a salir muchas preguntas que habremos de ir resolviendo poco a poco y según surjan. Algo que tengo muy claro es que pretendo ser autosuficiente y no depender del dinero ni de las ayudas de nadie. Lo digo porque al principio se me había ocurrido ir a China como estudiante (aunque fueran unos meses al principio), pero esta opción no permite trabajar legalmente en China y, de hacerlo, sería sólo media jornada y no sé si me daría para vivir, por lo que tuve que descartar esta opción de primeras. Por lo tanto, tengo que buscar trabajo y, si fuera posible, una vez allí me buscaré una academia para seguir estudiando chino.

Pues bien, aunque parezca tan sencilla esta opción, tan bien resumida en un párrafo, me costó bastante tiempo tomarla y darme cuenta. Son pasos de gigante los que vamos a tomar y hay que pensarse las cosas dos veces. Aunque una vez dado un paso, seguimos al siguiente. Así que iré a China a trabajar, de acuerdo.

Dado mi desconocimiento de la lengua china todavía, siento en ocasiones que esta aventura me sobrepasa por la barrera ideomática y necesito mucha ayuda, pero no desisto. La duda que me surge ahora es: ¿busco trabajo por mi cuenta o utilizo los servicios de una agencia para que me ayude a buscar empleo? En principio, siempre me he negado a pagar para trabajar (hay que pagar a la agencia por sus servicios), pero buscando información en las redes y por foros, veo que no soy la única que ha tenido este dilema y, la verdad, me reconforta.

Hay varias páginas web que me están ayudando mucho en estos primeros pasos. Siempre hay gente preguntando cosas nuevas y se obtiene respuesta muy rápidamente, os las recomiendo:

http://www.spaniards.es/
http://trabajoenchina.org/

Y el grupo de Facebook "Españoles en Shanghai":
https://www.facebook.com/groups/spanish.nihao/?fref=ts

De momento, todavía no me he decidido en este punto, así que estoy echando cv a diferentes empresas a ver si hay suerte. De no ser así, creo que tomaría la opción de la agencia. Ya os iré contando.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Wo shi Raquel. Me llamo Raquel.

¡Sí! ¡Voy a China! Éso es lo único que tengo claro y en lo que destino la mayor parte de mis pensamientos a diario.

Como chica española, aburrida de la situación de España, sin ataduras de ningún tipo, tolerante y curiosa de nuevas culturas y lenguas, me veo en la libertad de viajar por el mundo.

Ya llevo un año y medio en tierras irlandesas, país que me ha sorprendido muy gratamente, pues lo cierto es que nunca había estado en mi lista de "países que visitar". Algo que estoy aprendiendo es que la vida da muchas vueltas, por lo tanto, es mejor eliminar las palabras "no" y "nunca" de nuestro vocabulario (tomándose ésto con dos dedos de frente, vamos a ver...).

Así que en ésas estamos, yo, en Irlanda, habiendo pasado una primera experiencia como aupair (otra cosa de las que siempre decía: "Yo nunca haré") en mis ya pasados treinta y disfrutando ahora de una acomodada situación laboral que me permite vivir desahogadamente en este país. Realmente y si quisiera, podría quedarme aquí bastante tiempo más, pues he encontrado, justamente, lo que me hubiera gustado tener en España, cerca de los míos. Podría encontrar aquí esa estabilidad deseada, una vez que me he asentado, obteniendo trabajo, casa y amistades. Pero, y por este mismo motivo, quizás también un poco por el miedo de no querer atarme todavía a nada, me encuentro ahora en la situación de querer avanzar de nuevo y cumplir otro sueño más en mi vida: vivir en Asia.

La cultura oriental me ha llamado la atención desde siempre. Todo empezó con los dibujos animados (anime) que veía de pequeña en los que se veían paisajes y costumbres tan diferentes a las nuestras: desde comer con palillos al sonido de los timbres en los colegios. Poco a poco, este mundo me fue hipnotizando y empecé a estudiar japonés. Años después, conseguí ver en primera persona el país del sol naciente y me enamoró. Éste es y será siempre uno de los destinos deseados de mi lista de "países que visitar".

He descubierto que el hecho de que me gusten tanto los idiomas, la cultura, la historia y el folklore abre cada día más mi mente, aceptando diferencias y siendo tolerante y paciente, respetando a los demás. Creo que la vida es continuo aprendizaje y superación. Por lo tanto y, sabiendo ésto, intentemos ser positivos y aprovechar al máximo lo que se nos ofrezca en nuestros caminos.

Siento haberme puesto un poco filosófica, pero creo que era necesario darme a conocer un poco al principio de este blog, para que me entendáis y me conozcáis mejor.

Soy muy indecisa, pero cuando tengo las ideas claras puedo llegar a ser bastante persistente, por no decir tozuda, jaja...

Ahora, que siento que el tiempo que estoy viviendo aquí, en Irlanda, se termina, me veo en la urgente necesidad de buscar un nuevo destino y "si voy a China" sé que el reto al que me enfrento será el mayor de toda mi vida. Hace un par de años empecé a estudiar chino, simplemente, por el hecho de estudiar otra lengua asiática y, aunque el desafío es grande, poco a poco se fue fraguando en mí la idea de que China podría llegar a ser un potencial y factible destino en mi vida. Llegada a esta conclusión pretendo, a través de este blog, plasmar todas los pasos que seguiré, las dudas y los problemas que me encuentre para facilitar este tránsito, quizás, al próximo que lo intente.

Os agradezco el tiempo que me habéis dedicado y cualquier duda o consulta que queráis hacerme en los comentarios.

¡Saludos!